Separación de parejas de hecho con niños

La pareja de hecho se constituye cuando dos personas conviven en iguales condiciones a las de un matrimonio. En la actualidad, la ley en lo referente a los hijos, se comporta de forma idéntica tanto con parejas casadas, de hecho inscriptas como tal y de hecho no inscriptas.
Definición de pareja de hecho
Cada Comunidad Autónoma regula los requisitos exigidos para ser pareja de hecho, por lo que dependiendo en la Comunidad Autónoma donde te encuentres te regirás por una u otra legislación ya que no existe una ley estatal que lo regule.
A pesar de que los requisitos que se exigen en las distintas legislaciones de las Comunidades Autónomas son distintos, suelen tener en cuenta lo siguiente:
- Ser mayor de edad o emancipado.
- No estar incapacitado.
- Que no exista parentesco directo entre los miembros de la pareja de hecho.
-No estar casados. De haber estado casado algún miembro, será preciso acreditar el divorcio.
- Acreditar un periodo mínimo de convivencia.
-En algunos casos, otorgamiento de escritura pública.
-Inscripción en el Registro habilitado al efecto por cada Comunidad Autónoma.
Formas de separación de una pareja estable
Como decíamos cada Comunidad Autónoma tiene su legislación respecto a las parejas de hecho y habrá que ir a la legislación concreta pero, normalmente las causas que suelen exigirse para que una pareja estable se extinga abarca las siguientes situaciones:
- Cese de la convivencia
- Matrimonio de uno de los miembros
- Fallecimiento de uno de los cónyuges
- Firma de acuerdo de escritura pública ante notario
- Por la sola voluntad de uno de los miembros debidamente notificada al otro
El Convenio Regulador y su rol en la separación de parejas estables con hijos
¿Pero, qué ocurre si tenemos hijos menores de edad? A los efectos de evitar que las decisiones finales con respecto a los hijos las tome el juez, la pareja de hecho en vías de separación deberá recurrir al Convenio Regulador en el cual se recogerá las medidas que van a regir la convivencia entre los progenitores y los hijos tras la ruptura de la convivencia.
En dicho convenio deberán figurar los siguientes puntos y cómo se procederá al respecto de ellos:
- Quién ejercerá la guarda y custodia
- Régimen de comunicación con el progenitor que no tiene la custodia
- Régimen de visitas y estancia con el progenitor que no tiene la custodia
- Atribución del usufructo de la vivienda familiar actual
- Importe de la pensión por alimentos y quién la pagará
- Bases para la actualización de la pensión y estipulación de garantías en caso de incumplimiento
- Régimen de visitas y de comunicación del niño con sus abuelos (si correspondiera)
¿Cuáles son las claves para llegar a un acuerdo mutuo?
Es importante la labor del letrado o letrados intervinientes para que ambas partes lleguen a un acuerdo previo para evitarse una batalla legal, no obstante, es de suma importancia la buena disposición de los progenitores en pro del beneficio de sus hijos en común.
¿Qué ocurre si no se llega a un acuerdo en común?
En tal caso, se presenta una demanda mediante la cual cada uno de los progenitores es representado por un abogado.
El juez escuchará a ambos y tomará una decisión que entienda favorezca a los hijos.
¿Qué toma en cuenta el juez para tomar su decisión?
- El testimonio de los niños mayores de doce años
- Evaluará la relación que los progenitores mantengan entre sí
- El resultado del informe del equipo psicosocial que se realiza en el juzgado
- La relación entre los cónyuges (observará hasta qué punto llegan las discrepancias y qué grado de respeto manejan.)
- La disponibilidad de tiempo de los padres
- La edad de los menores y la cantidad de hermanos que tenga
- La similitud del modelo educativo de los progenitores
- La cercanía de ambos domicilios
- El cumplimiento de los padres de la patria potestad
El juez se interesa y toma en cuenta para su decisión final las preferencias y deseos de los menores, acercad de los cuales les preguntará directamente.
El equipo psicosocial está conformado por un trabajador social y un psicólogo. Ambos profesionales mantienen una entrevista con los padres y con los menores de forma conjunta. Durante la sesión, analizan la interacción de los niños con ambos progenitores. Aparte de ello, los padres tienen que pasar por pruebas diagnósticas. Una vez finalizado, el juez lo lee y toma su decisión final acerca de la custodia en base a él.